El servicio de inspección técnica de vehículos (ITV) es una revisión periódica de los vehículos a motor que circulan por las carreteras, con el objetivo de verificar que se encuentran en las condiciones mecánicas adecuadas para garantizar la seguridad
durante la circulación, tanto la del propio conductor del vehículo como
del resto de conductores y peatones. Circular sin tener esta inspección
en vigor puede, no solo acarrear sanciones, sino poner en peligro la
vida de las personas.
Según datos de la Comisión Europea,
el 6% de los accidentes mortales que se producen están relacionados con
fallos técnicos del vehículo. En el caso de España, con un parque
automovilístico cada vez más envejecido (con lo que aparece un mayor
número de fallos técnicos), la figura de la ITV cobra
una importancia aún más relevante. Gracias a este servicio, se pueden
corregir los fallos asociados al uso del vehículo y lograr que los
conductores lleven a cabo un mantenimiento adecuado, lo que contribuye a reducir el número de accidentes.
Desde hace ya unos años, todas las estaciones de ITV comunican en tiempo real a la Dirección General de Tráfico el resultado de sus inspecciones a través de Internet, por lo que las autoridades competentes disponen de una información totalmente actualizada. Si se detecta un vehículo circulando por las carreteras en condiciones desfavorables (bien porque no ha pasado la inspección o porque su resultado ha sido desfavorable), el propietario es sancionado, pudiendo llegar en algunos casos a tramitarse la baja de oficio desde la Jefatura Provincial de Tráfico que corresponda.
Casi todo el mundo es consciente de que la inspección técnica de vehículos es un trámite obligatorio
para todos a partir del cuarto año desde la matriculación. No hacerlo,
acarrea sanciones económicas: la que se aplica por circular sin la ITV
pasada en plazo es de 200€, el mismo importe que si el informe de la
estación de ITV ha sido desfavorable y, transcurrido el plazo
pertinente, no has subsanado esas deficiencias. Si el resultado de la
inspección ha resultado negativo por fallos graves y, aun así, decides
seguir circulando, la multa será de 500€.
Pero lo que mucha gente no sabe es
que, además de estas multas, te puedes encontrar con algún que otro
problema añadido. Por ejemplo, ¿sabes lo que te ocurriría si, circulando sin la ITV en vigor, tienes un accidente de tráfico? Pues ni más ni menos que tu seguro podría “lavarse las manos” y no hacerse cargo de las compensaciones económicas correspondientes, tanto para ti como para las posibles terceras personas implicadas.
Si tienes un accidente, un perito del seguro se encargará de hacer un minucioso estudio de las causas del mismo y, si se demuestra que el percance se ha producido por causa del desgaste o mal funcionamiento de alguno de los elementos que una inspección técnica hubiera detectado, como es el caso de frenos, neumáticos en mal estado, dirección, etc. puedes encontrarte con un problema muy grave. El seguro podrá alegar que el culpable del mismo eres tú, por no haber cumplido con la ley y, por tanto, dejar sin efecto tu seguro y que tengas que correr tú con todos los gastos acarreados por el accidente.
En España, según los datos de AECA-ITV (Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos), entre un 15 y un 20% de los vehículos que circulan en nuestro país no tiene la ITV en vigor,
un porcentaje que sube hasta el 40% si hablamos de ciclomotores,
motocicletas y furgonetas y otros vehículos de transporte ligero.
Si, además, tenemos en cuenta que
casi uno de cada cinco de los que sí acuden no supera la prueba a la
primera, vemos que aún nos encontramos ante un problema grave de
concienciación de los conductores con respecto a la seguridad.
La DGT lleva a cabo de manera frecuente campañas de control en carreteras para detectar a todos estos vehículos que circulan ilegalmente y, como hemos visto, las consecuencias pueden ser muy graves, por lo que desde ITEVELESA recomendamos cumplir con todos los trámites de inspección técnica. Como dice el refranero español… más vale prevenir que tener que lamentar.