A la hora de circular en carretera, sin duda, es importante
saber analizar el entorno en las que nos encontramos como conductores para
poder anticiparnos a situaciones de peligro, pero saber cómo y cuándo utilizar
los frenos puede salvarnos la vida.
El sistema de frenado es una parte fundamental para poder circular seguros. Nos permite detener el vehículo, adaptar nuestra velocidad ante diferentes situaciones y mantener la distancia de seguridad recomendada.
Por esta razón, es un sistema que debe funcionar con precisión y, como conductores, debemos asegurarnos que funcionan correctamente, preocupándonos por realizar un mantenimiento adecuado de forma regular.
Debemos circular tranquilamente, utilizando el freno en su justa medida, sin excesos, sin presión y con suavidad. Nuestro estilo de conducción determinará el desgaste y el consumo medio por kilómetro de nuestro vehículo.
Estas son algunas de las situaciones ante las que nos enfrenamos y es sumámente importante utilizar correctamente el freno, para poder circular de forma más segura y equilibrada:
Al acercarnos a un paso de cebra, a un semáforo en rojo, a una señal de stop, a un ceda el paso o al encontrarnos ante un atasco, debemos anticiparnos y aprovechar el espacio de aproximación para poder adaptar y reducir nuestra velocidad sin brusquedad.
Durante esta aproximación, recomendamos dejar de acelerar, reducir progresivamente de marcha (manteniendo la más larga posible), e ir aumentando la intensidad de presión del pedal de freno poco a poco. De esta manera, evitaremos tirones y podremos advertir, con las luces de freno, al resto de vehículos.
Velocidad y dirección, conceptos clave para afrontar una curva.
Al enfrentarnos a una curva es fundamental llegar con la velocidad adecuada, mantener una velocidad constante y mover el volante con suavidad, ya que si entramos con exceso de velocidad y frenamos, es posible que se provoque un desbordamiento o un accidente.
Durante la circulación en autopistas y autovías, el cambio de velocidades al abandonar nuestro camino por un carril de aceleración suele ser considerable. Por ello, es necesario realizar una maniobra segura, iniciar el carril desde su inicio y una vez dentro, completamente, empezar a tocar el freno y reducir poco a poco las marchas necesarias, hasta alcanzar la velocidad adecuada.
Debemos tener en cuenta que al realizar este tipo de incorporaciones, podemos encontrarnos con curvas cerradas, señales de stop, semáforos, e incluso, peatones. Observa y cumple toda la señalización con precaución.
En las frenadas en cadena se produce el conocido ‘efecto acordeón’: si no dejamos la distancia adecuada entre vehículos puede ser insuficiente para evitar uno o varios alcances.
Por ende, si circulamos demasiado cerca, sin la distancia de seguridad necesaria, podemos provocar un enorme riesgo de colisión por alcance.
Anticípate a la situación y ve frenando progresivamente, así podrás mantener tu distancia y avisar al resto de conductores con tus luces de frenado.
Para hacer una frenada de emergencia, el conductor debe aplicar toda la potencia de frenado y pisar el pedal de freno a fondo (con cambio manual, también el embrague) sin aflojar la presión, aunque sienta la vibración del sistema ABS sobre el pedal.
La revisión de frenos es fundamental para prevenir accidentes en la carretera. Unos frenos defectuosos implican un peligro altísimo, tanto para nuestra seguridad, como para la de todos los demás.
Siendo conscientes del riesgo que supone, desde nuestros centros de ITV les prestamos gran atención y nos aseguramos de que el vehículo está en condiciones de circular por la vía pública sin problemas.
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