En un artículo anterior, detallábamos las medidas que ha adoptado la ciudad de Madrid para hacer cumplir los Acuerdos de París y alcanzar así los objetivos previstos de reducción de emisiones contaminantes
producidas, en gran medida, por los vehículos. Pero la capital española
no ha sido la única en seguir las directrices marcadas por Europa.
Hemos hablado de Madrid porque en España, los niveles de emisiones en otras grandes ciudades, como Barcelona, Valencia o Sevilla son mucho menores, por lo que las medidas son bastante más laxas. No ocurre lo mismo con otras ciudades europeas, como París, Londres, Berlín o Roma, que sí han adoptado medidas anticontaminantes estrictas para cumplir con los objetivos establecidos por la Unión Europea y lograr espacios más limpios.
La capital británica lleva desde el año 2008 luchando contra las emisiones de los vehículos. Para ello, definió una zona de bajas emisiones, conocida como LEZ (Low Emission Zone) y otra de emisiones “ultrabajas”, conocida como ULEZ (Ultra Low Emission Zone).
La primera afecta tanto al centro de la ciudad como a la mayoría de sus
distritos, fundamentalmente a camiones y grandes vehículos, y está
activa las 24 horas del día durante todo el año. Para circular por estas
zonas, los vehículos que no cumplan con las condiciones
medioambientales deben pagar entre 100 y 200 libras diarias para poder
circular. Existen cámaras situadas en todas las zonas y las multas
pueden alcanzar las 1.000 libras.
La zona ULEZ, que entró en vigor el pasado mes de abril, corresponde al centro de la ciudad, donde la mayor parte de los vehículos deben pagar una tasa diaria de 12,50 libras (100 libras para vehículos pesados). Además, está previsto que en 2021 esta zona se amplíe a más distritos.
En diciembre de 2017, la capital
francesa aprobó más de 20 medidas anticontaminación para ser puestas en
marcha en 2018. Al igual que en España, se ha apostado por el uso de distintivos ambientales (denominados Crit’Air, con un total de 5 niveles, de menos a más contaminantes) y por delimitar una zona de bajas emisiones (ZFE -Zone à Faibles Emissions)
que abarca prácticamente toda el área metropolitana de la ciudad y
donde los vehículos más contaminantes (etiqueta 5) no pueden circular de
lunes a viernes (de 8h a 20h). Está previsto que esta restricción se
amplíe también a los vehículos con distintivo 4.
El gobierno francés ha acompañado esta medida por una política de ayudas para la renovación del parque automovilístico, con el fin de incrementar el número de vehículos menos contaminantes. El programa “Métropole roule prope”
(La metrópolis circula limpia) concede ayudas que van de los 3.000 a
los 5.000 €, de acuerdo con sus ingresos, destinado a personas que
circulan por la zona metropolitana y que deseen reemplazar su vehículo
“Crit’Air 5” o sin clasificar, independientemente del tipo de motor, por
un vehículo no contaminante.
Por último, ha puesto en marcha la iniciativa “Paris Respire” (París Respira), que consiste en cerrar ciertas vías a la circulación los domingos y días festivos (accesibles solo para residentes) en muchos de los barrios de la capital.
La capital alemana estableció, en 2007, una zona medioambiental
que entró en vigor en 2008. La circulación en esta zona depende de
varios factores: la antigüedad del vehículo, la norma EURO, el tipo de
combustible, los niveles de calidad del aire y la situación
meteorológica, en general. Los automóviles utilizados en esta zona
medioambiental deben ir equipados con placas en las que se identifiquen
las categorías de emisiones.
De esta medida tampoco se libran los turistas que están de paso por la ciudad y que pueden adquirir los distintivos en las diferentes entidades autorizadas, así como talleres y gasolineras. En la actualidad, solo se permite el acceso a la zona medioambiental con un distintivo ecológico verde.
La capital italiana dispone de una Zona de Tráfico Limitado (ZTL), que cubre todo el centro histórico de la ciudad, vigiladas por cámaras que controlan el acceso, y con diferentes medidas, dependiendo de las horas del día (ZTL diurna y ZTL nocturna). La zona más restrictiva, conocida como Roma Tridentino ZTL, afecta a todos los vehículos y, por lo tanto, no pueden circular coches, ni ciclomotores ni motocicletas, a menos que estén expresamente autorizados.