Ponerse al volante después de una noche de juerga es casi tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. Debemos tener en cuenta que conducir implica un alto grado de concentración.
Esto requiere poseer una buena organización y coordinación de toda la información que nos llega desde el exterior. Y, como es lógico, eso es imposible si se combina con los efectos del alcohol o de las drogas. Entonces, conducir en esos estados supone un riesgo muy elevado para tu vida y la del resto de usuarios de la vía. Y no solo eso, sino que esas conductas conllevan multas muy elevadas que pueden llevar a que te retiren el carnet y hasta que te envíen a la cárcel. En Red Itevelesa te contamos todo lo que necesitas saber sobre la conducción y la resaca.
Conducir bajo los efectos del alcohol es muy peligroso, pero ponerse al volante con resaca también puede tener consecuencias muy negativas. Tomando este tipo de decisiones pones en riesgo tu vida y la del resto de conductores. Conducir estando bebido multiplica el riesgo de sufrir un accidente de coche además de poder ganarte alguna que otra multa.
La falta de sueño, el cansancio o el dolor de cabeza limitan notablemente la capacidad de reacción y de concentración cuando se está de resaca. Dicen que el alcohol puede tardar hasta 19 horas en desaparecer del cuerpo. La clave está en lo que los expertos llaman la curva de alcoholemia. Tiene varias etapas:
También debemos tener cuenta que son muchos los factores que influyen en la absorción del alcohol como el sexo, la edad, la contextura física, la temperatura, la rapidez con la que se beba e incluso el estado emocional de la persona y el tipo de bebida.
Un estudio de la universidad británica de Brunel afirma que con resaca se duplica la dificultad para conducir y se sobrepasan en 4 veces los límites de velocidad.
Mucha gente se pregunta es si conducir con resaca acarrea sanciones. La respuesta es no, pero eso no significa que esté exento de peligros. Esta práctica es peligrosa; ya que nuestro organismo puede sufrir alteraciones neurológicas (la actividad del cerebro se ralentiza hasta 16 horas después de desaparecer el alcohol), hemodinámicas (aumenta el trabajo cardíaco) y hormonales (produces más orina y aumenta la deshidratación). Síntomas que ponen en peligro nuestra seguridad vial y la del resto de usuarios de la vía.
Que el hecho de que tener resaca no sea sancionable no significa que una persona con esos síntomas no pueda ser multada. Si el malestar y las condiciones en las que se encuentra el conductor le hacen circular de forma negligente (provocando situaciones de riesgo) sí que será multado con una sanción de 200 euros, y se llega a conductas temerarias hasta 500 euros y 6 puntos, tal y como se establece en el artículo 3 del Reglamento General de Circulación.