Después de estos días de inminentes lluvias toca repasar los consejos para conducir con seguridad en caso de precipitaciones. Las tormentas y lloviznas suelen alterar la adherencia del vehículo al suelo y empeorar la visión del conductor, combinando así las posibles de pérdidas de control del coche con un alto riesgo de no reaccionar a tiempo ante imprevistos por no ver adecuadamente.
Además de aumentar las posibilidades de accidente, la lluvia causa una serie de efectos añadidos y muy característicos de este tipo de fenómeno atmosférico. ¿Qué es el efecto spray?
El efecto espray hace referencia al agua pulverizada, normalmente sucia, que evacúan los neumáticos del coche que va delante de nosotros y que suele manchar nuestro parabrisas, reduciendo así nuestra visibilidad y nuestra capacidad de reacción.
La manera más sensata de evitar el efecto espray es, siguiendo los consejos del RACE, aumentar la distancia de seguridad con los vehículos precedentes. De esta manera, aunque las ruedas sigan salpicando (normal en momentos de lluvia), no alcanzarán nuestros cristales.
Aumentar la distancia de seguridad influirá también en reducir, por ejemplo, las colisiones por alcance. Con el firme mojado los neumáticos no agarran tan bien al suelo y, por lo tanto, tienden a necesitar más distancia para frenar. Dejar más separación entre vehículos reducirá enormemente las posibilidades de golpear al vehículo precedente en caso de frenazos bruscos.
Este gesto de precaución deberá ir acompañado, en todo momento, de una reducción de la velocidad. También será necesario tener los limpiaparabrisas en buen estado para que, en caso de salpicaduras, el parabrisas vuelva a quedar limpio (permitiendo la visibilidad) en el menor tiempo posible.