El mercado de vehículos conectados
es la estrategia por la que apostarán todos los fabricantes de cara a
los próximos años. Así lo asegura un informe de la consultora
internacional KPMG
elaborado a partir de las entrevistas realizadas a 800 ejecutivos de la
industria de la automoción de 38 países, así como a más de 2.000
conductores de todo el mundo. Las conclusiones, reflejadas en la XVII edición del estudio Global Automotive Executive Survey, son claras: conectividad y digitalización son las tendencias que triunfarán de aquí al año 2025.
De hecho, según el reciente informe anual “Conected c@r”, elaborado por la empresa de investigación de mercados PwC, el volumen generado por la venta de vehículos conectados prácticamente se triplicará en los próximos 5 años.
Y es que los conductores de todo el
mundo se han ido habituando, de manera progresiva, a contar con un
equipamiento digital cada vez más sofisticado: asistencia a la
conducción, control del rendimiento del vehículo, informaciones en
tiempo real sobre el tráfico y un largo etcétera.
A pesar de ello, ambos informes coinciden en afirmar que la conectividad en el sector de la automoción apenas está dando sus primeros pasos y la industria está invirtiendo sus esfuerzos de dar un acelerón a los servicios que seguirán triunfando en el futuro. El coche autónomo, que puede funcionar sin conductor, progresará cada vez más rápido en los próximos años y con él, obviamente, todos los desarrollos necesarios para dar forma a los vehículos conectados del futuro.
Todo ello pone sobre el mesa el tema de la seguridad cibernética como cuestión clave para el sector del automóvil. Según PwC, de aquí a 2022, las aplicaciones de seguridad deberían constituir la partida más grande del mercado de la movilidad conectada, sobrepasando, incluso, la del segmento de servicios conectados. Y es que esta digitalización creciente puede generar vulnerabilidades frente a ciberataques, como el “hackeo” del sistema de a bordo del vehículo o el robo de datos de los usuarios. Teniendo en cuenta el mercado que mueven, las empresas de automoción podrían convertirse en un objetivo prioritario para este tipo de atacantes cibernéticos. De hecho, el último informe de esta misma empresa, titulado “The Global State of Information Security Survey 2016” revela que el número de incidentes de seguridad declarados por empresas automovilísticas se dobló en el mundo entre 2014 y 2015.
En cualquier caso, los vehículos conectados traerán consigo una transformación en la industria y revela un potencial de mercado absolutamente espectacular. El desarrollo de nuevas tecnologías y el flujo de datos generados durante la utilización de los vehículos serán los artífices de este cambio, tal y como recoge el estudio de KPMG, que asegura que la relación entre el consumidor y la marca será cada vez más fácil y que el intercambio de dichos datos permitirá asegurar la fidelización de los clientes, ofreciéndoles experiencias personalizadas.
Precisamente, ese gran volumen de datos generados y los necesarios sistemas de privacidad y seguridad para garantizar los derechos de los usuarios hará que sean varias las industrias implicadas en este gran desafío para el sector, desde empresas de tecnología, fabricantes de equipamiento original, redes de transporte, etc., tal y como recoge un informe de la empresa de investigación Infoholic Research. Todas ellas tendrán que trabajar unidas para dar ese salto en el mercado de los coches conectados.
Los datos de este último estudio mencionado aseguran que, en términos regionales, América liderará el mercado, seguida de Europa.
El incremento de iniciativas gubernamentales, inversiones por parte de
los fabricantes automovilísticos y la propia demanda de los consumidores
harán que el mercado siga creciendo. Por ejemplo, las autoridades
europeas ya han asegurado que todos los vehículos nuevos deberán llevar instalado, en abril de 2018, el eCall,
un sistema de llamada de emergencia integrado en el vehículo, capaz de
conectarse con el punto de atención de llamadas de emergencia más
apropiado, en caso de detección de un potencial accidente (de forma
automática) o en caso de activación manual por los ocupantes del
vehículo, a través de la red de comunicación inalámbrica móvil.
Aun así, todos los estudios coinciden en afirmar que la zona de Asia-Pacífico será el mercado emergente más atractivo para todos los implicados en el sector automovilístico. Infoholic asegura que India y China serán los mercados más lucrativos. KPMG asegura que China se convertirá en el laboratorio de pruebas preferido
para las compañías. Ya no solo será el mayor mercado para la mayoría de
fabricantes, sino que también será el mercado preferido para testar nuevos vehículos, diseños y tecnologías, aunque también revela que Tailandia, Sudáfrica e Indonesia serán los próximos mercados emergentes, tanto para la venta como la producción de vehículos.
A la vista de los datos que ofrecen todos estos estudios parece claro que el futuro pasa por la conectividad y la digitalización
de los vehículos, tanto en los de gama alta (que son los que,
actualmente, llevan incorporados más servicios de este tipo) como los de
gama media. Así pues, aquellos fabricantes que se queden atrás en la carrera digital, probablemente lo verán reflejado en sus ventas.
Finalmente, la conectividad y digitalización del parque automovilístico mundial supone un reto, tanto para los fabricantes como para la propia sociedad. Las administraciones públicas deberán velar por que el proceso de digitalización no pueda suponer un riesgo de indefensión de los consumidores antes la gran industria. El taller y la inspección independiente deben tener un papel protagonista en la defensa de los legítimos derechos de los consumidores.